Filosofías de vida y deporte

Es fácil decir algo así como "la vida es como el fútbol". También algún pelmazo podria decir la vida es como la música, o la vida es como cosechar papas. Se pueden hacer metáforas con cualquier cosa en relación a la vida. Y eso no es lo que busco con el siguiente escrito, sino que hacer unas observaciones de como la afición o la práctica de ciertos deportes condiciona la mirada ante la vida dado el contexto de la Copa del Mundo Alemania 2006. Procedo a explicar:

América Latina es el continente futbolero por autonomasia. Antes del partido de Francia con Brasil le preguntaron a Tierry Henry cual era la principal diferencia entre ellos y los sudamericanos. "Nosotros íbamos a la escuela de 8:00 a 17:00hrs y después pedíamos permiso para jugar fútbol. En Brasil juegan de 8:00 a 17:00"- sostuvo asertivamente el delantero del Arsenal.

Y es que en A. Latina está la idea que uno puede hacer un gol y salvar el día. La dinámica del fútbol permite el lauchero, permite que haya un tipo que no corra, que no marque, que cuando le pasen la pelota la pierda, pero que en un momento determinado se encuentre frente al arco y meta el gol. El tan manoseado cliché de que "los goles no se merecen, sino que se hacen" puede ser extrapolado a la actitud frente al trabajo. Para que me esfuerzo si igual me cagan. Pa' que estar frente al computador, si todos sacan la vuelta en el msn. Pero, por otro lado, juego al kino todas las semanas o estoy planeando un negocio que de un momento a otro va a cambiar mi vida. Voy a meter el gol.
En el caso gringo, el baseball puede destruir mi tesis, porque alguien que mete un batazo, hace un home run y las arregla. Por lo que les recomiendo olvidar lo que recién han leído.
El football americano supone una estratificación de la sociedad en especialistas. Está una persona cuyo único trabajo en el campo de juego es bloquear. Otro que entra cada cierto tiempo y patea las pelotas. Otros que taclean, otros que interceptan pases. Y el Quarter Back (mariscal de campo) quien controla el ritmo del juego. Cada equipo de futbol americano representa una corporación y cada miembro representa un rol dentro de ésta.
En el desarrollo del juego, para ganar un partido hay que avanzar terreno en la cancha. No importa si uno hace un pase de 80 yardas o si va de a 3 yardas cada vez, pero hay que mantener el movimiento. En el momento que te quedas detenido, pierdes la pelota y tienes que defender. Extrapolándolo esto significa que tienes que ir a trabajar todos los días, esfrorzarte en cada momento porque sólo a través de tu constancia podrás ser exitoso.

¿Y qué pretendo con esta exposición? No lo sé... pero si les quiero contar que cosas he sacado en limpio a mi vida a partir de mi experiencia practicando deportes a través de la tele.

- Jugar de frente al arco: Pasa muchas veces que uno está marcado, le pasan la pelota y cuando consigue retenerla tiene alguien pegado a la espalda tratando de quedarse con el balón. Una opción es tratar de sacarme a ese jugador de encima y pasármelo, pero casi nunca funciona. Lo que si me funciona es dar un pase a algún compañero que esté al lado y que me la devuelva en una pared. No puedo cargar con todos los problemas, pero si puedo descargar y cuando éstos me vueltan estaré más claro, estaré de frente al arco y con un par de metros libres para crear. Y cuando puedo crear soy un peligro.

- Tomar lo que la defensa te da: La clave del football americano consiste en poder leer la defensa y encontrar las situaciones que te darán ventaja sobre ellos. Si ellos se la juegan por atacarte y descuidan el pase largo, tienes que hacerlos pagar ahí. Pero, por el contrario si es que ellos no te dejan avanzar mucho... ¡tranquilo!, ten paciencia, da un pase de 5 yardas, ve si el corredor puede conseguir más. Siguiente jugada, 3 yardas. Así, sigue.. y cuando la defensa tenga que hacer un ajuste protegiendo las jugadas cortas porque no te pueden paran, entonces ahí ve con todo.

-Nunca dejes el drible: El año pasado saqué un PHd en básquetbol haciendo "Rebotes". Y fuera de las cosas que aprendí sobre el deporte mismo, me di cuenta que hay muchas que se pueden aplicar para la vida. El básquetbol se basa en paradojas.Si mi equipo tiene un jugador más alto que el más alto que ellos, entonces yo tengo que pasársela cada vez a él y abusar en la zona pintada. El asunto es que si yo detecto una paradoja que me es favorable, tengo que explotarla hasta que mi rival se vea forzado a hacer cambios. Por otro lado, en este deporte uno puede avanzar sólo mientras mantiene el bote a la pelota. Si deja de darlo tiene que tirar o pasarla. Viendo al jugador canadiense (en la foto) recientemente destacado por el partido socialista de su país, entendí que en la vida hay que seguir dando bote. No importa lo que pase, no importan los problemas, hay que seguir dando bote, seguir dando bote y seguir dando bote, porque en algún momento se va a abrir la oportunidad y tendré un tiro frente al aro. Así lo hace Steve Nash y gracias a eso fue elegido el mejor jugador de la NBA.

Así que trato de pasarme la vida dando botes, botes y más botes.